Los artículos de un blog son piezas de contenido que, a pesar de ser relativamente sencillas de realizar (no siempre), constan de una serie de elementos que todos deberíamos conocer.
Y no porque no podamos escribir un buen artículo sin estos elementos, sino porque conocerlos y utilizarlos correctamente, nos permitirá hacerlo de manera más ordenada y eficiente.
Además, esos elementos nos ayudan a cumplir con los requisitos básicos de Google y del resto de buscadores, lo cual facilitará que presten atención a nuestro contenido.
En las siguientes líneas voy a hablarte de algunos de esos elementos, al menos de los que yo considero imprescindibles.
Por favor, si te queda alguna duda, déjamela en la sección de comentarios o escríbeme aquí. Te responderé encantado.
Títulos y subtítulos
El título y los subtítulos de un artículo tienen varias funciones. Es por eso por lo que vale la pena dedicarles toda nuestra atención, incluso antes de empezar a escribir.
El título, por ejemplo, nos va a servir para:
- Llamar la atención del lector y dejarle claro qué es lo que va a encontrar en nuestro artículo.
- Por defecto, el título indica a los buscadores la temática de nuestro contenido. Imprescindible si queremos aparecer en internet.
- Es lo primero que verá nuestra audiencia cuando compartamos el contenido en redes sociales como Facebook o LinkedIn.
- Indicará a los buscadores cómo debemos aparecer en sus listados (imagen).

En cuanto a los subtítulos, nos van a servir para:
- Estructurar el contenido para que sea más fácil de leer.
- Crear un índice.
- Trabajar palabras clave relevantes, relacionadas con la temática del artículo.
- Mejorar la lectura en dispositivos móviles.
Y como una imagen vale más que mil palabras…

Introducción e índice
Seguro que has escuchado alguna vez eso de que «solo hay una oportunidad para causar una primera buena impresión».
Pues lo mismo, pero aplicado a tus artículos.
La introducción es ese primer párrafo, esas primeras líneas que, o nos invitan a quedarnos, o nos mandan fuera.
La idea básica es que aprovechemos esas líneas para comunicar de forma muy clara, pero mucho, lo que el lector va a encontrar en nuestro artículo.
Pero no en plan índice, sino más bien en plan «mira todo lo que vas a aprender si te quedas hasta el final».
Personalmente, creo que escribir una buena introducción es, sin duda, una de las partes más difíciles de todo el proceso.
Después está el índice.
Incluir un índice al principio de nuestros artículos, ayudará al usuario a entender mejor de qué vamos a hablar y le permitirá llegar más rápido a aquello que realmente le interesa, lo cual es bueno para él.
Y lo que es bueno para el lector, es bueno para nosotros. Esa es mi regla de oro.
Si no sabes qué es o cómo incluir un índice en tus artículos, te invito a leer el artículo sobre plugins para WordPress que encontrarás aquí.
Contenido y enlaces
Cuando hablo de contenido, hablo del texto, obviamente, pero también de infografías, tablas de Excel descargables, ejemplos, gráficas, datos, artículos de la Ley….
También de comparativas, de pros y contras, de historias y casos de éxito.
Nuestro contenido debe resolver algo. Y, para resolver, suele hacer falta algo más que solo texto.
Utiliza todo lo que tengas a tu alcance para lograr que el lector obtenga una respuesta a su pregunta. Si no lo haces se irá, volverá a Google o al buscador que esté utilizando, y buscará otro artículo que sí lo haga.
¿Y sabes qué? Ese movimiento «hacia atrás», es uno de los factores más importantes de posicionamiento. O más bien de des-posicionamiento.
En cuanto a los enlaces, incluye tantos como sea necesario.
Me refiero a que si necesitas llevar al lector hacia otro artículo de tu blog porque le ayudará a entender mejor lo que tratas de explicar, hazlo.
Y si no tienes un contenido propio, pero conoces otro blog que sí lo tiene, pon en primer lugar a tu lector y dale la posibilidad de conocer ese blog.
Utiliza la misma técnica cuando hables de entidades oficiales, de leyes o de estadísticas.
Si de verdad crees que será útil para el lector, no tengas miedo a citar otros blogs o páginas.
Recuerda. Si es bueno para el lector, es bueno para nosotros.
Imágenes
Las imágenes (y vídeos) tienen que servir de apoyo al contenido.
Por ejemplo, añadir un vídeo en el que resumas el contenido de tu artículo, incluso un archivo de audio, le dará al lector la posibilidad de consumirlo incluso cuando no pueda leer.
Le estarás dando opciones. Eso es bueno para él, y lo que es bueno para el lector…
Las imágenes sirven, principalmente, para dos cosas: rompen con la monotonía del texto y dan más contexto al contenido.
Por eso es tan importante que elijas imágenes que tengan relación con lo que estás tratando de explicar.
Metadatos
He dejado los metadatos para el final, ya que es la parte más técnica y más aburrida. Pero no por eso menos importante que las demás.
Los metadatos son información. Pero un tipo de información que no es visible para el lector, aunque sí para los buscadores.
Aquí entraríamos en las etiquetas de los encabezados, las metadescripciones, o el texto alternativo de las imágenes.
Las etiquetas más importantes dentro de un artículo, las aplicaremos en el título y en los subtítulos. Por orden, el título deberá etiquetarse como H1 y solo podrá haber uno por artículo.
Los subtítulos más importantes los etiquetaremos como H2, y los subtítulos inferiores como H3.
Si tienes una web en WordPress, el título principal ya suele etiquetarse correctamente de forma automática, y los subtítulos los puedes etiquetar desde el editor de texto, tal y como puedes ver en la imagen:

El texto alternativo de las imágenes no es visible para el lector, pero indica a los buscadores de qué tratan.
En la imagen puedes ver que WordPress te da la posibilidad de añadir la información y, al mismo tiempo, te indica que dejes vacío el campo si la imagen no aporta nada al contenido.

Aprender a utilizar los metadatos no es complicado, sobre todo si trabajas con un CMS como WordPress.
Cualquier duda sobre este tema, que sé que es un poco complicado, me la mandas por email o la dejas en comentarios, y la solucionamos.
Conclusión
Una cosa es escribir, la otra es escribir un artículo para internet.
No es difícil, de verdad. Solo es cuestión de seguir los pasos.
Y como me gustaría que no lo siguieras dejando para más adelante, te propongo algo. No puedes decirme que no.
Si has tomado la decisión de darle caña a tu blog pero te abruma un poco el proceso, solicita aquí una consultoría gratuita conmigo y te ayudo a empezar.
Sin compromiso.
¿Qué te parece la idea?
Piénsatelo y, como siempre, hasta la próxima semana.