Antes de empezar, es importante que sepas algo que espero que no afecte a nuestra confianza ni a la credibilidad de este artículo: yo me dedico, entre otras cosas, al mantenimiento web.
La cuestión es que tengo varias web de mi propiedad, lo cual me obliga a estar siempre pendiente de su mantenimiento.
Pero, además, desde hace algún tiempo, algunos de mis clientes de diseño, copywriting o redacción, me han estado pidiendo que haga lo mismo con sus páginas.
Es decir que, aunque de momento no ofrezco el servicio a clientes nuevos, sí que lo estoy prestando a clientes que llevan tiempo conmigo.
Aclarado esto, déjame decirte que el mantenimiento web, al menos en mi opinión, no es para todo el mundo, incluso puede que no sea para ti.
No obstante, eso no quita que sepas de su existencia y que, con la información en la mano, decidas libremente si necesitas contratar el servicio o no.
En último lugar y para terminar con este prólogo, que no sé a ti pero a mí se me está haciendo algo largo, te diré que en muchos casos, creo que la persona que mejor te puede hacer el mantenimiento es quien se haya encargado del diseño.
No siempre. Hay excepciones. Pero en muchos casos, es así.
Y ahora sí, por fin, entremos en materia. Y no se me ocurre mejor forma de hacerlo, que explicando en pocas palabras qué es esto del mantenimiento web.
¿En qué consiste el servicio de mantenimiento web?
Puede que tu diseñador o programador te haya ofrecido en algún momento el servicio de mantenimiento web.
También es muy posible que no lo haya hecho, pero que hayas visto algún anuncio, algún post en redes sociales o algún artículo como este, hablando sobre el tema.
Pero seamos sinceros: el mantenimiento no suele ser algo que nos quite el sueño.
De hecho, te sorprendería saber la cantidad de pequeños y medianos negocios que tienen una web y no tienen contratado un servicio de mantenimiento.
La razón, a mi parecer, es sencilla.
Si te hacen una web y, en principio, todo es relativamente nuevo, ¿por qué ibas a necesitar mantenimiento? ¿acaso te la han hecho mal? ¿las webs también sufren de la famosa obsolescencia programada?
Lo cierto es que el mantenimiento no tiene que ver ni con la obsolescencia programada, ni con una web mal hecha. Al menos no siempre.
Lo entenderás a la perfección con un ejemplo.
Imaginemos que compras un teléfono móvil, por ejemplo, un Iphone.
Llegas a tu casa, abres la caja, lo enciendes y, el primer mensaje que lees, es que tienes que actualizar el teléfono a la última versión para que funcione correctamente.
¿Acaso el teléfono está anticuado o roto?
En absoluto.
Pero, por razones de seguridad y compatibilidad, la única forma de asegurar el correcto funcionamiento del dispositivo, es mantenerlo actualizado constantemente.
Por otro lado, un teléfono no solo sirve para llamar, ¿verdad?
Muchos de nosotros tenemos instaladas decenas de apps y cada app tiene su propio creador, su propia programación y sus propios problemas de seguridad y compatibilidad.
En una web, a esas apps las llamaremos plugins, que no son más que programas que instalamos para que nuestra página tenga más funcionalidades.
Tanto en la web como en el teléfono, esos programas adicionales se tienen que actualizar de vez en cuando.
Entonces, ¿el mantenimiento consiste solo en actualizar plugins?
Pues lo cierto es que no. Mantener una web consiste en hacer todo lo necesario para que funcione correctamente el máximo tiempo posible.
Veamos a qué me refiero con eso de «todo lo necesario».
Actualizaciones y Plugins
Mantener actualizado tu sitio web y los plugins que tienes instalados, es clave.
Pero ojo, no siempre se tiene que actualizar todo.
Fijémonos, por ejemplo, en WordPress.
A lo largo de los años, WordPress ha lanzado actualizaciones con errores.
Ha sucedido lo mismo con ciertos plugins.
Hace algunos años, el plugin Yoast Seo lanzó una actualización que provocó un fallo crítico en millones de webs.
Por culpa de ese fallo, negocios de todos lo sectores vieron como sus webs desparecían de los resultados de Google perdiendo, en muchos casos, miles de euros.
Yo lo viví en primera persona y, dicho error, aunque se pudo solucionar, tuvo graves consecuencias.
Lo importante es saber cuándo actualizar y cuándo no, y más importante aún, tener a alguien que sepa cómo reaccionar cuando surgen problemas con una actualización.
Otro problema bastante frecuente con los plugins es que pueden desaparecer, dejar de funcionar, o, algo que sucede con más frecuencia de la deseada, puede que el desarrollador del plugin deje de actualizarlo.
En esos casos, lo mejor es sustituir el plugin en cuestión por otro que haga lo mismo, y a correr.
Ajustes en el diseño
El servicio de mantenimiento web no suele incluir cambios en el diseño ni en el contenido.
No obstante, el responsable del mantenimiento sí que puede avisarte cuando tu sitio web necesite ciertos ajustes.
Uno de los ejemplos más claros lo podemos ver en webs diseñadas hace años que no se ajustan correctamente a los dispositivos móviles actuales.
Mantener tu web actualizada no solo va de plugins, sino también va de adaptarte a los cambios. Y eso, sin ayuda, puede resultar tremendamente complicado.
Velocidad de carga
La velocidad de carga es uno de los aspectos más valorados por Google hoy en día.
Puede que eso no signifique mucho para ti, pero lo cierto es que una web lenta no se suele posicionar bien en internet y, peor aún, suele provocar en los usuarios un rechazo total.
La instalación de plugins, la no optimización de las imágenes, incluso ciertos problemas en el diseño inicial, pueden causar problemas de velocidad en una web.
La persona o empresa encargada del mantenimiento, medirá de forma regular si tu web está en la zona crítica y, de ser así, te propondrá mejoras.
Y eso, si quieres mantenerte en las primeras posiciones de Google, no tiene precio.
Seguridad
Una web expuesta a una ataque, tiene mucho que perder.
Por un lado, si tienes contactos registrados en tu web, un ataque no solo te pone a ti en riesgo, sino que también los pone a ellos, lo cual te puede generar un problemón con a la Agencia de Protección de Datos.
Una web infectada puede afectar de forma dramática a tu posicionamiento en internet.
Al fin y al cabo, Google no quiere que sus usuarios visiten webs que les puedan causar algún problema.
Creo que es bastante lógico que a nadie nos interesa que la seguridad de nuestra web se vea comprometida.
Pero, ¿sabrías cómo actuar? ¿conoces qué pasos se deben seguir, a quién hay que avisar y cómo puedes minimizar los daños inevitables que conlleva una situación así?
Y más importante aún, ¿sabes cómo puedes reforzar la seguridad de tu web para reducir tus posibilidades de sufrir un ataque?
Entonces, puede que te debas plantear contratar un servicio de mantenimiento. Solo es una sugerencia.
Hosting
Personalmente, no soy partidario de que la persona encargada del mantenimiento tenga alojada tu web en su propio servidor. Creo que tú deberías tener tu propio hosting y dar acceso a quién quieras, cuando quieras.
Pero el hosting es un elemento fundamental de cualquier web y vale la pena controlar el consumo de recursos, las copias de seguridad o la versión de PHP con la que funciona.
Lo siento. Más mantenimiento.
Asistencia
Para terminar, tener contratado el servicio de mantenimiento web, te permite tener a alguien al otro lado a quien preguntar, consultar y recurrir, cuando algo falla.
Te parecerá una tontería, incluso puede que hasta ahora, tu web nunca haya dado un error.
Pero si pasa, y suele pasar cuando menos te lo esperas y en el peor momento, tus posibilidades de encontrar a alguien que te ayude a encontrar una solución son, por decirlo amablemente, mínimas.
Por otro lado, mantener una web es tiempo. Si lo tienes, perfecto. Puede que, si además tienes los conocimientos, seas de esos negocios que no necesitan invertir en mantenimiento.
¿Cuánto cuesta el servicio de mantenimiento web?
Encontrarás precios para todos los gustos. Dependerá del profesional que contrates y de los servicios que contrates.
Hay quien incluye en el servicio de mantenimiento packs de horas de trabajo, que puedes utilizar para hacer cambios en el diseño, por ejemplo cambiar una cabecera o un formulario, subir contenido, por ejemplo un piso, un proyecto de Home Staging o un artículo del blog, o añadir un plugin nuevo y configurarlo.
Hay quien no incluye horas de trabajo, sino que solo ofrece el mantenimiento y, cualquier cambio adicional, se presupuesta a parte.
Hay quien ofrece diferentes opciones de mantenimiento, desde la más básica hasta asistencia 24/365.
En definitiva, hay de todo.
Personalmente, he visto precios que van desde los 30 euros hasta más de 200 euros. Eso sí, ten en cuenta que este servicio se contrata de forma mensual, y que te pueden exigir mínimos de permanencia.
Te decía al comienzo del artículo que mi recomendación, a priori, es que contrates el servicio de mantenimiento a la persona o agencia que te diseñó la web.
Ahora bien, pueden pasar dos cosas.
La primera es que esa persona o agencia no ofrezca tal servicio.
La segunda es que no hayas quedado demasiado contento con el trabajo o que, por la razón que sea, no fluya la confianza entra las partes.
En tal caso, puedes probar con alguien nuevo. En tal caso, mi consejo sería que, antes de buscar en internet, preguntarás a tus conocidos. Quizá te puedan recomendar a alguien.
Y hasta aquí el artículo de hoy. Espero que te haya gustado. Si no es así, no dudes en hacérmelo saber a través de la sección de comentarios y, sobre todo, por favor no compartas este contenido. Ni tu ni yo queremos que lo lea nadie más.
Hasta la próxima semana.