Qué le importa a mis clientes VS Qué me importa a mí

¿Te cuesta encontrar las palabras a la hora de escribir los textos de tu web?

¿Las frases que te salen después de haberte pasado horas delante de una pantalla en blanco, suenan iguales o muy parecidas a las del resto de páginas inmobiliarias o de Home Staging?

O peor aún…

¿Sientes que lo escrito no te representa ni a ti, ni a tu negocio, ni a tus clientes?

Si algo de esto resuena contigo, déjame decirte dos cosas:

Primero, que sepas que la culpa de que los textos de tu web no te gusten ni a ti, no es tuya.

Segundo, casi seguro que el problema no está en que se te da mal escribir.

En absoluto.

La cuestión es que cuando tratamos de describir con palabras algo tan vinculado a nosotros como es nuestro propio negocio, el proceso que seguimos tiende a llevarnos a ver las cosas desde un único punto de vista: el nuestro.

Queremos escribir algo que suene bien, que transmita profesionalidad y que eleve nuestro producto o servicio a la categoría de «somos los mejores».

En definitiva, buscamos palabras, frases y expresiones que nos dejen en buen lugar.

Y eso es un error por una razón extremadamente sencilla: los textos de nuestra web tienen que ver con muchísimas cosas, pero nunca con nosotros ni con nuestro negocio en primer lugar.

A no ser, claro, que queramos una web para leerla nosotros en nuestros ratos libres.

Los textos de nuestra web tienen más que ver con los demás, especialmente con las personas con las que queremos conectar.

Tienen que ver con sus expectativas, deseos, miedos, aspiraciones, sensaciones…

Tienen que ver con su experiencia pasada, con su situación actual…

Tienen que ver, en pocas palabras, con quiénes son, con qué necesitan y, sobre todo, con el beneficio que pueden obtener de nosotros.

Porque sí, aunque te pueda sonar mal, cuando alguien se interesa por lo que vendemos, suele ser porque espera obtener un enorme beneficio de nosotros.

Entonces, dicho esto, ¿qué crees que será más relevante para las personas que visiten tu web y lean tus textos? ¿que hables muy bien sobre ti y sobre lo que haces, o que encuentren razones suficientes para contratarte?

Uno de los libros que más suelo recomendar a mis clientes, al menos a quiénes expresan cierto interés en entender mejor cómo funciona esto del marketing, es Esto es Marketing de Seth Godin.

Entre sus píldoras de sabiduría marketeniana, encontrarás una que probablemente te resulte familiar.

Seguro que has oído la famosa frase «La gente no quiere comprar una broca de 0,5 mm. Lo que la gente quiere, es hacer un agujero de 0,5 mm.»

La frase en cuestión es de Theodore Levitt, profesor de Marketing de Harvard.

Pero Seth Godin, que siempre sorprende con su capacidad para darle una vuelta (o dos) de tuerca más a las cosas, plantea lo siguiente en su libro.

La gente, en realidad, no quiere un agujero – lo cual, si lo piensas bien, tiene todo el sentido del mundo. ¿Quién quiere un agujero? –

Lo que la gente quiere, y cito:

… es la estantería que colgará de la pared una vez se haya hecho el agujero con el taladro. De hecho, lo que quiere la gente es la sensación de bienestar que produce el orden, una vez esté todo colocado en la estantería que se ha colgado en la pared después de taladrar el agujero de 0,5 milímetros.

Pero, espera un momento…

La gente quiere también la satisfacción que aporta saber que lo has hecho tú solo. O tal vez la subida de estatus que se obtiene cuando tu pareja admira el trabajo que
has hecho. O la paz mental que proporciona saber que la habitación ya no es un lugar donde reina el caos, sino un espacio seguro y limpio. La gente no quiere comprar una broca de 0,5 milímetros. Lo que quiere es sentirse segura y respetada.

Y esta reflexión me devuelve a las preguntas del inicio.

¿Te cuesta encontrar las palabras a la hora de escribir los textos de tu web?

¿Las frases que te salen después de haberte pasado horas delante de una pantalla en blanco, suenan iguales o muy parecidas a las del resto de páginas inmobiliarias o de Home Staging?

O peor aún…

¿Sientes que lo escrito no te representa ni a ti, ni a tu negocio, ni a tus clientes?

Mi respuesta a todas ellas, según mi experiencia redactando textos para webs de otros, es que a la hora de escribir, lo importante no está en utilizar palabras bonitas, ni frases ingeniosas, ni sentencias que nos dejen en buen lugar.

Lo importante de verdad ni siquiera tiene que ver con escribir, sino con el ejercicio de coger distancia respecto a nuestro producto o servicio, olvidarnos del mí/me/conmigo y poner todo nuestro empeño en entender qué es realmente relevante para las personas que leerán lo que escribamos.

Porque, a la mayoría de las personas que entren en tu web, les gustará más leer algo que hable sobre ellas, sobre aquello que realmente les importa, en vez de un texto que solo hable bien de ti.

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