Si me sigues con cierta regularidad en mis redes sociales, o lees este blog «de vez en cuando», sabrás que, siempre que puedo y la ocasión lo permite, hablo sobre la importancia de la velocidad de carga en una web.
Como en el artículo Acelera el posicionamiento de tu web inmobiliaria o de Home Staging, o en otros artículos como los 5 factores de posicionamiento en Google para negocios inmobiliarios o los plugins que mejorarán (de verdad) tu sitio web, si usas WordPress
Y hablo tanto del tema porque la velocidad de carga se ha convertido en uno de los factores de posicionamiento más importantes.
La web que más rápido muestra el contenido a sus usuarios, hoy tiene muchos números de aparecer entre los primeros resultados en cualquier buscador, especialmente en Google.
La cuestión es que llevo varias semanas tocando cosas en mi web.
He estado creando páginas nuevas, probando nuevos plugins, experimentando con ciertas configuraciones, etc.
Y hace un par de días, me di cuenta de lo siguiente:
Mi web estaba dando algunos fallos que afectaban de manera evidente a la navegación y, al mismo tiempo, la velocidad de carga había empeorado de forma dramática.
Pero claro, como había hecho tantos cambios y, fallo mío, no había comprobado el funcionamiento general de la web tras cada cambio, me vi en la situación de no tener ni idea de qué era lo que había causado los problemas.
Así que me tocó seguir el proceso que hoy comparto contigo con el que, no solo he podido resolver los fallos de la web, sino que han hecho que ahora vaya más rápida que antes del problema.
Te animo a seguir estos dos pasos si notas que tu web va más lenta de lo normal, especialmente si utilizas WordPress, como es mi caso.
Empecemos por el primer paso: detectar el problema.
Plugins, temas y actualizaciones
Me arriesgaría a decir que el 90 % de los problemas que suelen aparecer en una web realizada con WordPress, tienen su origen en los plugins o en el tema.
En algunos casos, dichos problemas tienen que ver con la falta de actualización, en otros casos se debe a incompatibilidades entre dos o más plugins o, en el peor de los casos, a una incompatibilidad entre los plugins y el tema.
Así que, lo primero que hice, fue actualizar WordPress, todos los plugins y el tema de la web a la última versión disponible.
Al ver que el problema persistía, desactivé (ojo, desactivar, no desinstalar) todos los plugins, lo cual dejó la web totalmente inservible durante algún tiempo.
Una vez desactivados, empecé a activarlos uno a uno, comprobando tras cada activación el funcionamiento de la web.
Solo me hizo falta reactivar 4 plugins para encontrar el origen del problema.
Al activar uno de los plugins que había instalado más recientemente, la web empezaba a funcionar mal.
¿Solución? Desinstalé por completo el plugin en cuestión, y busqué otro que realizara la misma función.
Me llevó un tiempo, pero lo encontré, lo instalé, activé el resto de plugins y todo volvió a funcionar con normalidad.
Primer paso completado.
Vamos con el segundo.

Quédate solo con lo usas. Elimina lo que no.
Debido a mi trabajo, pruebo nuevos plugins a menudo.
Y como las pruebas las hago en mi web, esta siempre acaba con más plugins instalados de los necesarios.
Como te decía, durante estas últimas semanas he estado haciendo muchas cosas/cambios/experimentos en mi web.
Lo cual, sin darme cuenta, me ha llevado a tener un exceso de plugins que no estaba aprovechando, que solo instalé para probar y que, a su vez, se juntaron con otros plugins que ya tenía instalados y que, quizá, llevaba tiempo sin utilizar.
Total, un auténtico caos.
Esto es lo que hice.
Revisé uno a uno todos los plugins instalados, incluso los desactivados.
Presté especial atención a los repetidos, dejando un único un plugin para cada funcionalidad.
Por ejemplo, en mi web estaba utilizando dos plugins para crear formularios de contacto. Eliminé uno de los dos y unifiqué todos los formularios de la web.
También tenía dos plugins para la compresión de imágenes y dos más para gestionar las cookies.
Mismo procedimiento: eliminar y unificar.
El resultado, una web mas ligera, más rápida y con menos posibilidades de fallar por incompatibilidad entre plugins.

Conclusión
Una de las ventajas de utilizar WordPress, son las infinitas posibilidades de añadir funcionalidades gracias a los plugins.
Pero cuidado, porque, si no tenemos cuidado, esa ventaja también puede llegar a ser el mayor de sus inconvenientes.
Te he puesto el ejemplo de mi web, pero lo cierto es que veo problemas parecidos muy a menudo cuando reviso webs de agencias inmobiliarias y Home Stagers en mis consultorías.
Problemas que, en su mayoría, se podrían evitar siguiendo unas sencillas recomendaciones.
Recomendaciones como estas:
- Solo un plugin para cada funcionalidad.
- No mantengas plugins desactivados. Si no lo usas, elimínalo.
- Plugins y temas, siempre que sea posible, actualizados a su última versión.
- Si pruebas un plugin y no te convence, bórralo antes de instalar otro que haga lo mismo.
- Y, para terminar, revisa cada cierto tiempo el funcionamiento general de la web y comprueba su rendimiento en cuanto a velocidad de carga, por ejemplo, utilizando la herramienta gratuita de Google u otras como GT Metrix.