Me atrevería a decir que, de entre todo lo que implica el proceso de adaptar tu negocio a internet, la web es una de las partes que genera más ansiedad.
Créeme, es normal. Yo también pasé por ese proceso hace muchos años, cuando no tenía ni idea de nada acerca de «lo digital», y entiendo perfectamente lo que es.
La buena noticia es que hay algunas cosas que puedes hacer para tener más control, seguridad y confianza, aún sin tener ningún conocimiento sobre el tema.
De eso te voy a hablar en el artículo de hoy. Así que, si estás pensando en hacerte una web o necesitas renovar la que tienes, pon el móvil en silencio, coge papel y boli, y quédate hasta el final.
Por cierto! En el apartado Conclusiones te he dejado una proposición nada indecente. A lo mejor te interesa…
Objetivo
Primero, antes de empezar a buscar una empresa de diseño, intenta definir cuál va a ser el objetivo de tu web.
Me explico.
Cualquier web puede cumplir con diferentes objetivos, como por ejemplo:
- Posicionarte en Google y otros buscadores para palabras clave relevantes para tu negocio.
- Tener un porfolio virtual con tus proyectos.
- Conseguir leads a través de un lead magnet.
- Crear un listing de propiedades que te permita no depender tanto de los portales inmobiliarios.
- …
¿Tienes que escoger un solo objetivo? No, esa no es la idea. Pero sí es clave que definas cuál será el objetivo principal.
Veamos por qué.
Imagina que tu objetivo principal es captar leads a través de la descarga de una guía. Si es así, el diseño y los textos deberán dirigir al usuario hacia es guía, y transmitirle la confianza necesaria para que deje su correo electrónico.
Si tu objetivo principal es posicionarte en Google, entonces la velocidad de carga, las imágenes, los títulos, los textos y la estructura de la página, así como el resto de contenidos, todo, deberá estar optimizado para SEO.
Si tienes dudas sobre cómo aplicar SEO en tu negocio inmobiliario, puede que esta guía rápida te resulte útil.
Y si lo que quieres es utilizar tu web como porfolio, el diseño será lo prioritario, puesto que lo que más te interesa es que tus proyectos luzcan de la mejor manera posible.
Cuando tienes claro para qué quieres tu web, es más sencillo transmitírselo a la persona o personas encargadas del diseño, el presupuesto final estará mucho ajustado a tus necesidades y se multiplicarán tus posibilidades de conseguir el resultado que esperas conseguir.
Presupuesto
¿Qué cantidad de dinero quieres invertir en tu web?
Hazte esta pregunta antes de empezar y define un presupuesto que no solo contemple el diseño. Una web, conlleva algunos gastos más:
- Dominio: Una web necesita un dominio, es decir, un nombre. Mi dominio es lainmobiliariadigital.net, aunque también tengo lainmobiliariadigital.com en propiedad. El precio de un dominio puede variar, pero, en la mayoría de los casos, no superará los 20 euros anuales.
- Hosting: La web también necesita un lugar donde alojarse, es decir, un hosting. Hay hostings de varios precios y con diferentes características. Para mí, lo importante es que sean seguros y que tengan un buen soporte técnico. A medida que tu web vaya creciendo, necesitará un hosting cada vez más potente. Hasta que ese momento llegue, puedes funcionar con uno sencillo. El hosting suele pagarse mensual o anualmente.
- Logo: Necesitarás un logo que se ajuste a la web. Puede que ya tengas uno y puedas adaptarlo. Si no es así, consigue uno antes de empezar con el diseño.
- Colores y tipografía: Junto con el logo, el diseñador necesitará una lista de los colores de tu marca y querrá conocer la tipografía (si la tienes) que debe utilizar en tu web. Es lo que conocemos como manual de identidad de tu marca y, si no tienes uno, quizá sería bueno que empezaras por ahí.
- Idiomas: Antes de empezar, consulta con el equipo de diseño el posible coste adicional de tener una web en varios idiomas, si esa es tu intención. Además, puede ser recomendable contratar los servicios de un traductor especializado.
- Imágenes: Usar fotografías propias es la opción ideal, aunque, probablemente, necesitarás la ayuda de un fotógrafo profesional. Otra opción es utilizar imágenes de stock, ya sabes, la típica imagen de la casita, las manos y las llaves, o la fotografía del equipo rubio nórdico y de dentadura perfecta. Imágenes, en definitiva, menos creíbles y bastante habituales en otras webs de tu sector. Tú decides.
- Mantenimiento: Una web requiere mantenimiento, actualizaciones y soporte. Te hablaré de esto un poco más adelante, pero, a la hora de calcular cuánto vas a invertir en tu web, vale la pena que lo tengas en cuenta.
Diseño
Seguro que tienes en mente una imagen de cómo te gustaría que fuera tu web.
Solo hay dos problemas:
Primero, no siempre es fácil trasladar esa idea a los demás.
Segundo, no todo se puede hacer. Bueno sí, casi todo se puede hacer. Pero, en este caso, las posibilidades suelen ir de la mano del presupuesto, por lo que según lo que quieras, puede que te encuentres con ciertas limitaciones técnicas.
Dicho esto, hay algo que te ayudará a explicar tu idea de una forma más sencilla, clara y visual.
Esta es mi recomendación: a partir de ahora, cada vez que veas una web que te guste, copia la dirección y guárdala en una hoja de Excel.
Añade algunas notas, por ejemplo, «de la web 1 me gusta cómo presenta los pisos», «de la web 2 me gusta cómo utiliza los textos», y así con todas.
A eso lo llamaremos cajón de sastre y os resultará tremendamente útil tanto a ti como al equipo de diseño.
Una última sugerencia respecto al diseño, tanto o más importante que la anterior: PIENSA EN MÓVIL 📱
Tendemos a fijarnos más en la versión de ordenador que en la versión móvil, y eso es algo que ya no nos podemos permitir.
Textos
Importantísimo: antes de aceptar cualquier presupuesto, pregunta siempre si los textos de la web están incluidos. Puede que te sorprenda, pero no suelen estarlo.
Si vas a ser tú quien los escriba, asegúrate de tener tiempo suficiente para hacerlo.
Me explico.
Los diseñadores te darán un plazo para que les entregues cierto contenido, como información sobre tu negocio, imágenes, el manual de identidad corporativo y, lógicamente, los textos.
Escribir los textos de una web lleva tiempo, sobre todo si es algo que no haces a menudo. Así que mejor no hacerlo con prisas.
Y si no te ves haciéndolo por tu cuenta y te planteas contratar a alguien para que realice el trabajo, vas a necesitar un copywriter. Ten en cuenta que un copywriter también necesitará tiempo, y que puede tener lista de espera.
Así que, en el apartado de los textos, mucho cuidado con los tiempos. No te pilles los dedos.
Autogestión
Una vez tengas tu web, es importante que sepas cómo gestionar los aspectos básicos.
Si tienes una web inmobiliaria, te resultará muy útil saber cómo añadir un piso nuevo y eliminar los vendidos, cómo actualizar la sección Sobre Nosotros o cómo subir artículos al blog.
Si tienes una web de Home Staging, te interesará saber cómo añadir, quitar o modificar tus proyectos, cómo cambiar las condiciones de tu servicio o cómo gestionar el blog.
Fíjate que todas son tareas que se suelen realizar a menudo y, saber cómo hacerlas, te ahorrará tiempo, posiblemente dinero y te dará cierto control sobre tu web.
Por esa razón, es importante que siempre preguntes si la herramienta sobre la que van a construir tu nuevo sitio web es autogestionable. Créeme que no te interesa depender de terceros para todo.
Si me preguntas, te diré que WordPress sigue siendo de las mejores herramientas para construir una web. Es estable, configurable hasta el infinito y fácil de utilizar, incluso para alguien sin ningún conocimiento. Pero reconozco que hay otras opciones muy buenas. Te tocará investigar.
Gastos fijos y mantenimiento
Para terminar, quiero hablarte otra vez de algo que mencioné en el apartado «Presupuesto».
Es importante que tengas en cuenta que una web tiene una serie de gastos fijos, que son, principalmente, el dominio o dominios, y el hosting o alojamiento. Sin esas dos cosas, la web no puede funcionar.
Nota/consejo: Asegúrate de tener la propiedad de tu dominio y acceso sin límites al hosting. No tienes por qué mantener alojada tu web en el hosting privado de nadie.
Por otro lado, es recomendable que cuentes con alguien que te facilite soporte técnico y mantenimiento.
Hay muchas cosas en una web que, con el tiempo, pueden dejar de funcionar correctamente por no estar actualizadas.
Contar con alguien que se encargue del mantenimiento de tu web es importante, aunque te pueda parecer un gasto innecesario.
Después de todo lo invertido, parece lógico mantener tu sitio web actualizado y funcionando, ¿no te parece?
Conclusiones y proposición decente
Recapitulemos.
Si no tienes web pero estás pensando en ponerte con ello, o ya la tienes pero crees que necesita una renovación, es importante que:
- Definas de la forma más clara posible, cuál va a ser el objetivo u objetivos principales de tu web.
- Ponte un presupuesto realista, teniendo en cuenta todos los gastos que conlleva diseñar y mantener una web.
- Recopila ejemplos de webs que te gusten, para poder explicar de forma sencilla al diseñador la idea que tienes en la cabeza.
- Piensa en los textos con tiempo. ¿Se va a encargar el diseñador, los tendrás que escribir tú o prefieres que lo haga un redactor web o copywriter?
- Deja claro al diseñador que quieres poder autogestionar las tareas cotidianas, como subir algunos contenidos, cambiar algunos textos, imágenes, etc.
- Pregunta al diseñador si existe la posibilidad de que se encargue del mantenimiento de tu web, o busca a alguien que lo haga. Una web sin mantenimiento, puede dejar de funcionar con el tiempo.
Y en relación con este último punto, quería hacerte una propuesta.
Varios de mis últimos clientes me han pedido que me encargue del mantenimiento de su página web. Hasta ahora no lo he hecho. Pero visto que cada vez me lo piden más, he decidido hacer una prueba.
Si tienes una web y te gustaría que la revisáramos juntos y veamos cómo está tanto por dentro como por fuera, escríbeme aquí y charlamos un día por videollamada.
Y si después de la videollamada quieres que me encargue del mantenimiento, disfrutarás de una tarifa mensual para siempre de 25 euros (IVA no incluido) que, en septiembre de 2021, subiré a 49 euros mensuales (IVA no incluido).
¿Te suena bien? Entonces escríbeme desde aquí con el Asunto: Consultoría Web
Hasta la próxima semana.